Hoy quiero contarte algo, de verdad, explosivo. Hoy, en pleno siglo 21, hay personas locas por los libros, que creen todo lo que dicen, si igual que el Quijote en el siglo XVI.
Recuerdan al Quijote no? Es una historia muy conocida de un señor que de tanto leer novelas de caballería se volvió loco. Si, loco de remate. Salió por la llanura de La Mancha en busca de un mundo que ya no existía. Llegó a posadas que confundió con Castillos, vio gigantes en vez de Molinos de viento y una doncella noble en vez de una humilde tabernera.
Dentro de su locura el Quijote recuperó valores olvidados en su tiempo y que eran propios de los caballeros andantes. Respetar la palabra empeñada, despreciar el dinero por sobre el honor, defender sus ideas y convicciones por sobre la conveniencia, darlo todo por el amor.
El mundo que el Quijote se inventó en su locura fue, a la larga, mejor que el que vivía. Y la historia termina, esto no es un spolier, con un Alonso Quijano, que era el verdadero nombre del Quijote, agotado y moribundo; pero todo lo que el había hecho tuvo efecto por sobre los que lo rodearon y sin duda, después del Quijote, incluso nuestro mundo es mejor.
Hasta ahora esto parece una reivindicación de la locura por los libros… pero no te engañes no lo es.
Está muy bien que nos gusten los libros… pero no pensemos que ellos son objetos sagrados o espejos de virtud.
Abre bien los ojos y las orejas… hay libros malos… si malos… malos, repito.
Los libros son la expresión del pensamiento del ser humano y pueden estar sujetas a sus errores, miedos, prejuicios o retrasos que las personas tenemos.
No todo lo que viene en los libros es una verdad incuestionable.
Pero, ojo… como sabemos cuando un libro es mejor que otro? Ah?
Sólo leyendo malos libros sabremos cuales son los buenos.
En la vida nos encontramos con muchas personas, con algunas trabamos amistad, cariño y a veces amor, con otras tenemos desavenencias y nos distanciamos, con otras nos enfrentamos y la gran mayoría pasa por nuestro lado sin enterarnos de siquiera quienes son.
Por eso, otra vez abre bien las orejas y los ojos, si un libro no me gusta… sino conecto con su estilo, si sus ideas me chocan, si me aburro, si busco excusas para no leerlos, simplemente déjalo.
Los lectores tenemos derechos, uno de ellos es abandonar la lectura de un libro Para que perder el tiempo leyendo libros que no nos gustan habiendo tantos que si podrían agradarnos?
No todos los libros son el Quijote de La Mancha…y ojo que a más de alguno el Quijote no les ha gustado y están bien con eso también. Para mi fue cuestión de momentos lo valoré de verdad cuando estaba fuera del colegio.
Así que tranquilos … y a no pensar que los libros son intocables, libres de todo juicio e infalibles. No te tragues ese cuento y sigue leyendo lo que más puedas para disfrutar la vida con nuevas ideas, buscando tus propios molinos de viento, ganando mil batallas.