El mundo ha sido conmovido por la performance de un extracto de la obra “Un violador en tu camino” hecha por el colectivo feminista Las Tesis, de Valparaíso, Chile.

La fuerza de la representación y la simplicidad de sus textos, que de todas maneras comunican un drama profundo y complejo, provocó que miles de mujeres de todas las edades la representarán en diferentes partes del mundo.

Este es un hito más que representa no sólo la visibilización de las mujeres en el acontecer cotidiano, sino también el poder que el ideario y programa feminista ha ganado en todos los espacios de influencia política y cultural.

Hace algún tiempo desde libros y bibliotecas hemos intentado relevar este proceso expresado en el ámbito de la creación literaria y del fomento lector.

Desarrollamos una iniciativa, por ejemplo, para apoyar la creación de una biblioteca feminista. El espacio no contaba con una experiencia bibliotecaria anterior, pero existía entre las integrantes de la organización un interés muy fuerte, militante incluso, con la causa por mejorar los índices de participación en la política y en otras esferas de la sociedad. Basados en esa motivación hicimos talleres la comunidad, para aquellas de sus integrantes que quisieran cooperar y hacerse cargo de la gestión de una biblioteca.

En esos talleres tratamos conceptos básicos de la organización y gestión bibliotecaria, pero, mucho más relevante, aprendimos del proceso de visibilización de la mujer en la literatura. De hombres que escribían sobre personajes femeninos, de mujeres que escribían con seudónimos y nombres masculinos; también supimos de la forma tradicional y patriarcal que idealizaba a las mujeres en el espacio doméstico y demonizaba a aquellas que se revelaban a esta imposición cultural.

Conocimos de literatura de mujeres chilenas con voz propia, hablamos de Marta Brunet y María Luisa Bombal; por supuesto de Gabriela Mistral y su poesía de fuerte compromiso social. Revisamos las nuevas voces, constatamos que las mujeres que escriben lo hacen desde la literatura científica o la narrativa, desde la ficción y la academia; sopesamos el impulso de que las editoriales independientes han dado para que existan más voces femeninas, en fin.

El ejercicio de creación de una biblioteca feminista nos permitió aprovechar el interés de un colectivo por los derechos de las mujeres para lograr que ese mismo grupo, y quienes llegarán a la biblioteca, lean más.

Lo que vino después fue notable. La colección armada entre ellas y nosotros cumplió la diversidad del mundo de las mujeres que escriben en Chile y en el extranjero, establecieron de manera colectiva los parámetros de la colección que, a la vez, permite establecer metas de desarrollo con una línea editorial clara y coherente.

Lo mismo ocurre con la programación de actividades culturales, los ciclos de cine, las charlas, los lanzamientos y presentaciones de libros, los clubes de lectura y talleres para niñas y jóvenes. En fin

Una biblioteca que nace de esta experiencia no sólo es pertinente, porque es coherente con las demandas del medio que la genera, sino que también es útil para alimentar una causa política y social, en este caso, y facilitar el acceso a la lectura a personas que no tenían esa posibilidad antes.

El feminismo es una causa poderosa que, a buena hora, llegó para quedarse. En nuestro caso, también es un buen ejemplo para demostrar las bibliotecas públicas deben acomodarse a los tiempos y temáticas, ser flexibles con los usuarios. Las bibliotecas deben servir de algo para quienes las usan.

Espero que esta experiencia te haya servido y te motive para crear o reformular tu biblioteca. Si es así dale me gusta a este video y comparte. Visita nuestra WEB de librosybibliotecas.cl y escucha nuestros Podcast, estamos muy orgullosos de nuestro trabajo.

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